Academia 3.0: Enseñanza Virtual en Tiempos del COVID-19
La pandemia de COVID-19 ha afectado a toda la sociedad, y a todas las facetas de la vida. La mayor parte de los países han estado o están actualmente sufriendo no sólo el efecto a nivel sanitario, que es el más grave, sino otros efectos colaterales derivados de la adaptación de nuestras sociedades a esta nueva situación. Las medidas de confinamiento y de distanciamiento social han sido una constante, y han provocado un paro económico y de prácticamente toda la actividad. Estos cambios se han visto también en el terreno de la educación.
Abrazar la digitalización completa antes o después era inevitable, y esta situación extraordinaria no ha hecho sino acelerar el proceso y forzarlo a su máxima expresión. Aún si estábamos más o menos preparados, no había otra salida más que utilizar el universo online en sustitución del universo offline, tanto en el terreno profesional como en el personal. ¿Cómo ha sido esta adaptación en el mundo académico? ¿El cambio digital ha venido para quedarse?
La Academia y la pandemia COVID-19
Más de 1 billón de estudiantes y 60 millones de maestros y profesores han cesado su actividad presencial durante esta pandemia. En los países donde es posible, dicha actividad presencial ha podido suplirse en cierta forma por las clases online. .
Los retos de la educación digital son enormes, especialmente si tenemos en cuenta que se ha tenido que implementar masivamente de la noche a la mañana. No se trata únicamente de dar los contenidos programados, también es necesario adaptarlos al canal usado, ya que el proceso de aprendizaje virtual (sea online u offline), no es el mismo que el proceso presencial. Adicionalmente, resulta necesaria una modificación en los sistemas de evaluación, al ser el entorno online mucho menos controlable para el profesor. Así pues, escuelas, universidades y facultades se han visto obligados a revisar los contenidos, adaptar los programas formativos a las necesidades de la educación digital y determinar de qué modo evaluar a los alumnos.
Hacia una enseñanza digital
¿Cuáles son los pasos que han dado las universidades para continuar con la formación académica en esta época?
La mayoría de las universidades cuentan desde hace tiempo con la herramienta del “aula virtual”, una plataforma específica de cada universidad. Inicialmente, era donde los profesores compartían la documentación con los alumnos, las diapositivas de las clases, material extra, etc. También suelen contar con un foro donde se publican preguntas y donde todos los estudiantes de cada asignatura pueden interactuar entre sí y con los profesores de la materia en cuestión. Si bien en algunas enseñanzas de grado superior (tipo máster) eran frecuentes además las clases online, el peso de la enseñanza presencial era mucho mayor que el de la enseñanza a distancia. Al menos hasta hace un par de meses. A día de hoy, el uso de plataformas como Zoom, Gotomeeting o Teams se ha convertido en algo normal para muchos de los miembros de la comunidad universitaria.
Por otro lado, las universidades han digitalizado los procedimientos administrativos en gran medida, lo cual también facilita que en unas circunstancias como las actuales, o como las que están por venir cuando dé comienzo el próximo curso, la publicación de notas, los procesos de admisión, etcétera, sean ágiles y permitan mantener los tiempos académicos. Adicionalmente, las universidades han creado o están creando comunidades para los miembros de la facultad, que convierte la educación digital en un esfuerzo colectivo, en el que todos los miembros están implicados y pueden apoyarse unos en otros.
Ventajas de la tecnología aplicada a la educación
El cambio a la era digital de manera masiva se ha producido por una circunstancia muy concreta. Sin embargo, esto nos hace plantearnos algo: cuando hayamos aprendido a vivir con el virus SARS-CoV2 y volvamos a tener una vida (al menos relativamente) normal, ¿qué pasará con toda esta ola de digitalización?
Aunque existen, por supuesto, limitaciones en la educación online, tenemos una oportunidad única para darnos cuenta de sus múltiples ventajas. Ya se ha comentado que la existencia de un aula virtual permite no sólo compartir contenidos el profesor y el alumno, sino que también es un medio de comunicación muy directo entre ambos y también con otros compañeros a través de los foros. El material está disponible cuando el alumno lo requiera y esto genera una tranquilidad en él, ya que puede volver a ese conocimiento sin necesidad de ningún estrés adicional. Las clases y seminarios online son otra de las herramientas más potentes, que se han vuelto imprescindibles. Son necesarios algunos cambios en la metodología, como se desarrollará más adelante, pero la mayor parte de contenidos pueden darse, mediante videoconferencias o lecciones grabadas en video. Es más, esto también supone un aprendizaje para un futuro laboral que probablemente esté ligado a un entorno digital más fuerte de lo que era antes.
A pesar de lo que pueda parecer, es necesario el esfuerzo de todos los miembros de la comunidad, y la mayoría lo sabe. Esto genera una cohesión importante que permite un acercamiento de los alumnos y todo el resto de la comunidad universidad, con un fuerte sentido de pertenencia.
Consejos para clases online
Dado que el entorno cambia en el entorno digital, es necesario adaptarse: el alumno está en otro espacio físico, probablemente con más distracciones a su alrededor que dentro de un aula y puede que incluso en otro momento del día. Es necesario considerar esto para que la adaptación sea adecuada. Algunos consejos para tener éxito son:
- Pedir retroalimentación constante al alumno: durante las clases online, muchas veces el profesor no puede ver las caras ni recibir ninguna información no verbal del alumno, por lo que es necesario que de manera muy frecuente interactúe con los estudiantes, para estar seguro de que están siguiendo la clase. También es importante pedirles retroalimentación sobre la metodología en sí, eso hará que se sientan parte del proceso y mejorará su cohesión con el grupo.
- Ser flexible: usar otros métodos además de las videoconferencias: por ejemplo, videos grabados (del profesor o de otros orígenes y plataformas), contenidos escritos etc. El problema técnico más frecuente es la conexión lenta, que provoca que las clases sean menos dinámicas. Esto influye de manera importante en la experiencia de aprendizaje, ya que la atención de los estudiantes puede verse reducida.
- Dinamizar las clases: es también muy necesario motivar al alumno e implicarlo en su propio aprendizaje. Herramientas como “Kahoot!” son excelentes para que el alumno siga la clase de una manera divertida, y el profesor podrá ir viendo si los alumnos realmente están comprendiendo la materia.
- Simplificar: es una experiencia que supone cambios para todas las partes, así que es necesario que los procesos sean simples. Este principio es, además, fundamental a la hora de evaluar a los alumnos; aunque las evaluaciones pueden resultar más complejas, existen métodos y herramientas que permiten determinar el aprendizaje de los estudiantes.
Conclusión
Aun con todas las ventajas y adaptaciones exitosas de la digitalización y la enseñanza online, la educación presencial presenta elementos que son insustituibles. Por un lado, es importante decir que no todos los alumnos de todos los países tienen acceso a dispositivos con acceso a internet, lo que supone una gran limitación en muchos lugares. Por otro lado, la experiencia del contacto humano, la interacción personal, la fluidez, así como los aspectos prácticos de la mayor parte de las materias serán mucho más ricos siempre en un entorno presencial. Estamos sin duda en un momento histórico de grandes cambios, y deberemos ser capaces de aprender de esta experiencia para llevar todo lo más beneficioso a nuestra nueva normalidad combinado con elementos que poseíamos anteriormente.