Galeradas: el paso final antes de la publicación del manuscrito

El término “galerada” viene de una época anterior a los medios electrónicos, las computadoras e incluso las máquinas de escribir, cuando las letras se configuraban a mano utilizando bloques de madera o metal y se colocaban en bandejas de metal llamadas “galeras”. Estas se utilizaron para imprimir páginas con letras en una columna, o “pruebas”, que los autores verificarían para realizar cualquier corrección necesaria en el texto y enviar de vuelta a la impresora. La impresora luego reorganizaría meticulosamente los bloques de letra que debían corregirse antes de volver a imprimir. ¡Qué tarea tan larga! Por supuesto, ahora que todo es electrónico, este proceso se simplifica y consume menos tiempo, pero el texto del manuscrito final todavía no se publica hasta que haya una revisión más del autor, y por lo tanto, el término “galera” todavía se usa hoy.

Cuando un autor envía un manuscrito para ser publicado después de una revisión por pares, hay varios pasos desde la presentación hasta la publicación que requieren interacción entre el personal de la revista y el autor. Los manuscritos aceptados son editados y formateados por los equipos editoriales y de producción de la revista, quienes luego presentan al autor una galera como uno de los últimos pasos antes de la publicación del manuscrito. Esta prueba generalmente contiene notas o consultas del personal de producción y editores que deben abordarse, y proporciona al autor un texto claramente marcado que indica los cambios realizados. El autor tiene la última oportunidad de aceptar o rechazar dichos cambios, sugerir revisiones menores y responder a cualquier pregunta relacionada con la producción.

Protocolos de la galerada

Distintos editores pueden manejar este paso de manera diferente, pero la etapa de  galera continúa siendo la revisión final por parte del autor antes de la publicación. La mayoría de las revistas proporcionan galeras electrónicas a los autores correspondientes que tienen la opción de hacer sugerencias utilizando un formulario en línea o brindar un documento pdf por separado que incluya todas las correcciones del autor. En esta etapa, solo se deben hacer cambios críticos, como correcciones de datos o nombres de autores faltantes. Generalmente no se recomiendan las revisiones extensas relacionadas con el contenido iniciadas por los autores en esta etapa. Se espera que el autor correspondiente verifique la aprobación de cualquier cambio con todos los coautores.

Dado que los editores han establecido plazos de publicación, generalmente proporcionan a los autores periodos de 24 horas a 72 horas para revisar y devolver las pruebas. El autor correspondiente recibe un correo electrónico con instrucciones cuando las pruebas están listas para su revisión. Todas las revisiones deben hacerse en el documento de prueba; el manuscrito en sí no está disponible en este momento, y cualquier revisión importante sugerida por los autores está sujeta a la aprobación del comité editorial de la revista.

Para cualquier editor, retrasarse en la devolución de las pruebas revisadas de galeras podría posponer la publicación del documento. Además, no hay un control adicional por parte del personal editorial; por lo tanto, cualquier error que no se corrija, por desgracia, se publica. Los autores deben tener en cuenta que los editores a menudo cobran una tarifa por cualquier alteración del texto del manuscrito original (esto no incluye correcciones a sus errores tipográficos o de edición); por lo tanto, los autores deben asegurarse de examinar bien las galeras e incluir solo los cambios más críticos y necesarios en este punto.

Últimos avances

Aunque el sistema actual de comprobación y revisión de las galeras funciona bien, ¿es tan eficiente como debería? Podría haber mejoras adicionales en el sistema y una compañía, TNQ, ha ofrecido pruebas fácilmente accesibles que se pueden revisar en línea. TNQ fue fundada en 1998 y sirve a algunos de los principales editores de artículos científicos a través de la Asociación Internacional de Editores Científicos, Técnicos y Médicos (STM). En 2012, la empresa creó un nuevo panel de pruebas llamado “Proof Central”, que elimina el método PDF habitual para hacer correcciones y ahorra tiempo y dinero al proporcionar una versión HTML del manuscrito al autor. Heliyon, una nueva revista publicada por Elsevier, fue la primera en usar esta tecnología, y aproximadamente una cuarta parte de todas las revistas de STM ahora la están implementando.

La nueva plataforma Proof Central, que incluye “Page Central”, facilita el proceso a los autores y proporciona una nueva versión del manuscrito inmediatamente después de realizar las revisiones con una paginación completamente revisada. Este proceso a menudo puede tomar varias rondas de revisiones entre el autor y el equipo de producción; este nuevo sistema elimina este ida y vuelta al permitir que los autores vean los cambios inmediatamente en las páginas recientemente paginadas (eliminando la necesidad de edición electrónica en este punto) y eliminando cualquier posible error cometido por el personal de producción al incorporar cambios de PDF en el manuscrito. El autor luego envía la versión revisada final al equipo de producción.

Esta nueva tecnología es una mejora obvia en el proceso; sin embargo, ya sea que utilicen este o los protocolos más antiguos, los autores deben conocer qué cambios se permiten en esta etapa.

Consejos útiles de revisión para recordar

Se recomienda a los autores que recuerden algunos consejos muy importantes al revisar las galeras:

  1. Preste mucha atención a los plazos; los envíos tardíos pueden retrasar la publicación.
  2. Siempre revise los nombres de los autores y las afiliaciones.
  3. Realice solo cambios críticos que puedan afectar las conclusiones (por ejemplo, revisiones de datos).
  4. Actualice las citas “en prensa” si se publican en la etapa de prueba.
  5. Corrija errores tipográficos.
  6. No realice cambios extensos de texto ni mueva bloques de texto.

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